Tuneando un envase de flan... en un envoltorio original

¡Hola de nuevo!

¡Qué locura de semanas...! Entre unas cosas y otras, mucho mucho lío, pero siempre se intenta encontrar algún hueco para dejar volar la imaginación, además, es como una válvula de escape entre tanto ajetreo, no?  

Y.... pensando, pensando, nos hemos puesto manos a la obra con el empaquetado bonito que mensualmente nos propone Patry de Patypeando. Además, no podíamos faltar, sobretodo después de haber sido la opción ganadora el mes pasado. ¡¡Qué bien!! En este enlace podréis ver las diferentes propuestas que se presentan este mes y votar las que más os gusten.

En esta ocasión el reto consiste en realizar un empaquetado tomando como material inicial envases de yogur, flan, etc.. Y nosotras hemos escogido los de flan para convertirlos en un original envoltorio, ¿queréis ver cómo? 

Usamos dos envases de flan del mismo tamaño. Uno de ellos será la tapa. Para ello, martillo en mano, vamos a "destrozar" uno de ellos, bueno, vamos a darle unos toques para aplanarlo. Parece mentira, pero se consigue! Al tratarse de un material tan fino es fácil trabajarlo.

Bien, ya tenemos las dos partes, tapa y envase.  ¿Y si los unimos?

¿Cómo? Pues hacemos tres agujeros en el borde la tapa y otros tres en el borde del envase, de manera que estén alineados y encajen.  Para hacerlos utilizamos una aguja y con la ayuda de la punta de un bolígrafo lo agrandamos un poco. Con un trocito de alambre a modo de arandela los unimos (cada agujero de la tapa con el agujero del envase). De esta forma la tapa se abre y no se cae.

Ahora toca pintar, lo que más nos gusta...!!  Optamos por darle un toque color cereza, pero aplicamos la pintura con una plantilla de esténcil que nos encanta, en plan "animal print".  No es del todo fácil  porque no se aplica en una superficie plana, pero con un poco de "maña" se consigue si se hace por partes.

Una vez seca la pintura, envejecemos la pieza con un poco de betún de judea, aplicándolo con un algodón.

El toque final:  en la tapa colocamos una flor de tela (pegada con un poco de cola), y en el envase le añadimos un trocito de tela de arpillera de color berenjena que sobró de otro proyecto anterior.

Y bueno, ya es el momento de poner nuestro "tesoro" dentro (un collar, un anillo, una pulsera, un poema....). Un envoltorio original para una ocasión especial. 

Esperamos que os guste y os animéis a experimentar con estos materiales.

¡Saludos y hasta pronto!

El Arte para contArte